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marzo 6, 2025

Comediante

“Estamos intentando generar un humor con nuevas premisas más igualitarias”

Manuela da Silveira es una de las comediantes más destacadas de Uruguay con una extensa carrera como actriz y presentadora de televisión. Con una gran habilidad para conectar con el público, se consolida como una voz destacada en el mundo del entretenimiento, desafiando estereotipos y abriendo camino para nuevas generaciones de mujeres comediantes. A lo largo de su trayectoria ha sido testigo de la evolución de la comedia, buscando alejarse de los estereotipos y crear nuevas formas de hacer reír con perspectivas más igualitarias e inclusivas.

 ¿Se nace con la capacidad de hacer reír a la gente?

Creo que todas las personas nacemos con la capacidad de reír y de hacer reír. Y, también, que todos nacemos con humor y con ese manantial de energía y expresión que nos trae el humor. Muchas veces por alguna desconexión o creencia, en algún momento de la vida, nos desconectamos y creemos que no. Obviamente hay personas que tienen una condición especial y otras que nos dedicamos profesionalmente a eso. Pero en realidad el humor está en todos; de hecho, creo que hay distintos tipos de humor. Me encanta una lectura que hace Hipócrates de que el humor es líquido, entonces decía que las enfermedades provienen de algún desequilibrio de los líquidos del cuerpo. De ahí él comparte la teoría de los humores, que habla de cuatro tipos: melancólico, colérico, sanguíneo y flemático. Según esta teoría, esos humores habitan en cada persona, aunque hay quienes los desarrollamos más o menos. En mi caso, el humor es una herramienta de cabecera en mi vida y está dentro de mi propósito que la gente se conecte con sus humores, con su capacidad de hacer reír.

Tradicionalmente el humor en televisión ha estado representado por hombres, ¿cómo fue abrirse espacio en ese mundo?

El humor es una lectura del mundo, como si fuera un espejo o un proyector de lo que está pasando. Los medios de comunicación también, así como construyen y crean realidad, también muestran lo que la audiencia está pidiendo ver. Creo que el mundo ha estado representado por hombres y sigue siendo un poco así, aunque las mujeres vamos ganando espacio, cada vez más. Personalmente, tuve bastante suerte y ciertos privilegios, porque mi padre ya formaba parte de los medios y eso me dio la posibilidad de habitar estudios de televisión con mucha naturalidad, por más que después supe abrirme camino. Recuerdo que comencé con un grupo de varones haciendo el programa Telemental y cuando se lanzó la gráfica estábamos todos vestidos iguales de traje, lo único que cambiaba era el color del champión. A mí ese look me resultó siempre muy cómodo porque me gusta mucho ese estilismo, me parece atemporal y hermoso, pero también sé que es una forma de masculinizarnos y de integrarnos a espacios masculinos. Siempre estoy atenta a ver cómo es para mí habitar esos lugares sin transformarme en “uno más”.

¿Percibís una evolución en cuanto al lugar que las mujeres tienen en el entretenimiento?

Sin duda para mí fue más fácil que para las que vinieron antes y eso siempre lo tengo presente. Miro para atrás y veo a mujeres como Cristina Morán, que ha abierto camino en terrenos agrestes, quitando abrojos para las que vendrán. A ellas les agradezco e intento yo misma ir quitando alguno que otro para las próximas. Pero, lo cierto, es que creo que en general, para nosotras, hay menos lugares. Nos cuesta más hacer reír, nos cuesta más hacernos espacio y el medio sigue siendo un sitio en el que por ahora las conversaciones en materia de perspectiva de género están un poquito atrasadas. Me preocupa mucho cómo cuidamos a las mujeres que están ocupando esos espacios, me preocupa mucho las conversaciones que faltan, todo lo que podríamos conversar más entre nosotras para ver si se puede acortar un poquito esa brecha que sigue existiendo.  

¿Es más fácil o más difícil hacer humor hoy?

No lo sé, seguramente todas las épocas tienen sus dificultades y como no las viví no lo tengo tan presente. Hoy creo que es difícil por el tema de las redes sociales y la exposición a las críticas, el riesgo de la cancelación o la viralización por algún chiste que no caiga tan bien. Eso hace que haya una cierta autocensura en algunos momentos, a veces consciente y otras inconscientemente, para no dar margen a meterse en problemas. Por otro lado, estamos viviendo una época de actualizar, entonces hay muchas cosas que resultan viejas. No queremos hacer un humor que refuerce estereotipos. Estamos intentando generar un humor con nuevas premisas más igualitarias, por lo que hay chistes que tal vez hacíamos hace 10 años que hoy por hoy nos resultan fuera de lugar. Eso también hace que una se visite con cierto rigor y obviamente es una dificultad a la hora de hacer humor. A su vez, mientras estamos buscando esas nuevas configuraciones de parámetros y esos nuevos caminos para hacerlo distinto, por momentos sentimos que no tenemos palabras para evitar esos humores. Me parece que estamos en una era nueva, generando nuevas formas y miradas.

¿La maternidad te ha dado otras herramientas a la hora de hacer reír?

Lo que me ha dado la maternidad es mucho foco, entonces eso hace que para algunas labores creativas sienta que tengo otra fuerza y confianza. Las infancias son un gran manantial de humor, mi hijo es absolutamente desopilante, sin querer serlo, y eso me parece inspirador. También me recuerda a esa capacidad innata de la que hablábamos al principio, que en realidad está ahí disponible. Así que la maternidad me trae inspiración por la genialidad de la infancia, y una mayor confianza a la hora de plantarme. Si tuviera que nombrar alguna dificultad, obviamente, tiene que ver con conciliar los tiempos y posponer el espacio para lo creativo.

¿Qué tan importante es poder intercambiar con otras mujeres sobre la maternidad y sus desafíos?

Es fundamental e indispensable. Es más, todavía me resulta ineficiente la forma en la que lo estamos haciendo. Siento que en todos los aspectos que sobrevuelan la maternidad, desde la búsqueda, que en mi caso fue por tratamiento de fertilidad, se necesita muchísima más conversación. Hay temas que siguen siendo tabú en torno a lo que envuelve a los padres, el no poder lograr un embarazo, el romantizar el puerperio, la soledad de la lactancia y lo siniestra que puede ser esa etapa. Me parece que compartirlo es fundamental, y con humor, más aún. En el humor encuentro muchos abrazos también y nos sentimos menos solas. Si bien las redes tienen mucha desinformación, también acercan una comunidad divina con la que hermanar y conversar. Muchas veces encuentro consuelo y confort ahí.

Como mujer, madre y profesional en el mundo del entretenimiento, ¿qué valores te gusta transmitir?

Siento una responsabilidad muy grande como persona pública, un compromiso de poder compartir cosas que me suceden. Aparte, la comunicación y la comedia son dos grandes universos que pueden estar al servicio de ese gesto de poner en palabras algunos temas que son poco habitados. Es también una oportunidad para compartir la vulnerabilidad desde el humor, abriendo a la escucha, hablando de eso que nos pasa, por más que no existan respuestas. Para conectar con la confianza, que es tan necesaria entre nosotras y para nosotras, lo más importante es conversar, poner en palabras. Por último, me parece muy importante blanquear cuando nos equivocamos, y volver a intentarlo. En el mundo del entretenimiento me gusta compartir esos fracasos y vulnerabilidades, siento que me hacen más auténtica.

¿Qué mujeres despiertan tu inspiración?

Justo hace poco escuché un discurso de Shonda Rhimes, una guionista y creadora de contenidos, que planteaba que quienes nos inspiran son las que han abierto caminos y las que seguirán caminando detrás de nosotras cuando ya no estemos. Desde ese lugar me han inspirado comediantes que admiro y compañeras actrices con las que comparto escena, aquellas con las que me crie en el escenario. Me inspiran mis hermanas, las de sangre, que me dio la vida, y las que elegí, mis amigas. También empiezo a ver a las mujeres que vendrán, a nuevas generaciones que están saliendo del carnaval, del streaming, de las redes sociales, y me maravillan con su genialidad y solvencia. Las mujeres que vienen me inspiran mucho, empezando por la que está en mi panza.

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