Árbitra de fútbol
“Me enorgullece haber sido la primera mujer dirigiendo un partido de hombres”

Claudia Umpiérrez se convirtió en un hito en la historia del fútbol uruguayo, al ser la primera mujer en arbitrar un partido de Primera División en el año 2016. Con una sólida trayectoria profesional, ha trascendido barreras en un ámbito tradicionalmente masculino, inspirando y motivando a que cada vez más mujeres se animen a este deporte. Luego de retirarse de las canchas, ejerce su título de abogada y se desempeña como comunicadora en la sección deportiva de Telenoche. Para ella, el denominador común entre estas tres pasiones es la búsqueda constante de la justicia, la imparcialidad y el compromiso con la verdad.
¿Tuviste algún mentor o inspiración dentro de tu familia a nivel profesional?
En mi familia todos son muy futboleros, partiendo por mi padre que es entrenador. Desde niña, acompañarlo a la cancha, hizo que me interesara muchísimo por el fútbol. Me gustaba jugarlo, primero, y luego con el paso del tiempo encontré en el arbitraje una opción laboral. Mi abuelo materno fue árbitro y una tía también, entonces había visto muy de cerca lo que era ese rol. En principio, la idea fue aprender las reglas para que no se desacreditara mi opinión en discusiones futbolísticas; con esa mentalidad hice el curso.
¿Cómo fue el proceso de ingresar al mundo de un deporte históricamente dominado y consumido por hombres?
Sinceramente, no lo viví como un proceso difícil, fue muy natural. De hecho, en mi curso había bastantes mujeres. El apoyo de mi familia fue muy importante, aunque mi padre creía que no aguantaría ni dos días como árbitra. Yo tampoco imaginé que me iba a apasionar tanto la profesión, se fue dando con el tiempo. Con los años fui demostrando que tenía la capacidad y, a medida que iba subiendo escalones, se fue haciendo un poco más difícil porque a los hombres no les gustaba que ocupara lo que muchos creían era su lugar.
En 2016 hiciste historia al convertirte en la primera mujer en dirigir un partido profesional oficial en Uruguay. ¿Qué recuerdos tenés de ese día?
Fue un 5 de marzo, un día muy especial que esperaba hace muchos años. Debutar significaba poder demostrar que las mujeres también estamos preparadas para hacerlos cargo de un partido de Primera División. Desde el momento que salió la designación tuve una gran emoción y mucha adrenalina porque todo el mundo estaba pendiente de mi debut. Lo viví también como una gran responsabilidad, quería hacerlo bien y mostrarles a quienes habían confiado en mí, que habían tomado una buena decisión. El día del partido fue hermoso, estaba toda mi familia en la cancha y me entregaron una plaqueta de reconocimiento. Me enorgullece haber sido la primera mujer dirigiendo un partido de hombres.
¿Se debe tener una cuota de personalidad extra (o valentía) para arbitrar en Primera División?
No estoy segura. Sí debe tenerse mucha preparación. Creo que valentía es algo que deben tener todas las personas para levantarse y afrontar cada día. Sí, es verdad, que necesitás tener una personalidad diferente, porque en esta profesión estás expuesto a que te insulten, a que no estén de acuerdo con tus decisiones. Por eso es importante prepararse; porque la preparación te da tranquilidad. Personalmente, creo que llegué a Primera División con más experiencia de lo que me hubiera imaginado. Quizás merecía llegar mucho antes, seguramente no me daban la oportunidad por ser mujer; pero al mismo tiempo eso me fortaleció y me dio seguridad.
¿Sentís que tu logro ha marcado un precedente para que más mujeres se animen a ingresar al mundo del fútbol profesional?
Sí, así como en su momento Laura Geymonat abrió las puertas siendo la primera árbitra asistente en Primera División. Creo que siempre el hecho de que una compañera esté ahí y demuestre que pudo hacerlo en base al sacrificio y sin deber favores a nadie, es un impulso para otras chicas. De hecho, hoy hay varias mujeres en primera, aunque obviamente me gustaría que haya más. Todavía sigue costando, pero si mi esfuerzo sirvió para motivar, con eso ya estoy feliz.
Además de abogada y árbitra, te abriste al periodismo deportivo. ¿Identificás alguna similitud entre estos tres roles?
Me queda muy grande el rol de periodista deportiva, apenas estoy aprendiendo a ser comunicadora desde los conocimientos que tengo por el arbitraje. Creo que la similitud a la hora de desempeñarme desde cada uno de esos lugares es que siempre intento ser justa. Persigo la justicia, tanto en mi carrera de abogada como cuando era árbitra y ahora como comunicadora.
¿Qué proyectos o metas profesionales te gustaría seguir alcanzando?
Estoy dedicándome un poco más a la carrera de abogacía, que durante muchos años por el arbitraje la tuve un poco relegada. Así que ahora el foco es desarrollar mi otro lado profesional y continuar con el análisis del arbitraje, que me gusta mucho. Me aporta una visión desde un lugar diferente y es muy rico el intercambio que muchas veces se da con periodistas, entrenadores y futbolistas. Es una forma de educar en cuanto a las reglas, estoy muy contenta con la oportunidad que me brindaron desde Telenoche.