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El impacto de las calificadoras de riesgo en el sistema financiero

octubre 19, 2021

Los mercados financieros contemporáneos dependen en buena medida de las funciones que desempeñan las calificadoras de riesgo. En un mundo donde la desregulación y la globalización desencadenaron una dispersión de los mercados de crédito y la búsqueda de opciones rentables en todo el globo, las calificadoras ofician de guía a los inversores, indicándoles el riesgo que hay implícito en la inversión en un determinado activo financiero.

De hecho, los inversores institucionales -gestoras de fondos de inversión, administradoras de pensiones, compañías de seguros, bancos- que deben tomar decisiones de colocación en representación de cientos o miles de administrados, asumen las calificaciones como referencia ineludible a la hora de definir sus portafolios.

Tal es la incidencia de estas calificaciones para los inversores institucionales que, la rebaja en la calificación de un determinado título les podría obligar a deshacerse de esa posición, ya que no pueden mantener en su cartera más que un cierto nivel y composición de riesgo.

Por estas razones, entre otras, se han convertido en actor fundamental en el desarrollo de los mercados de capitales y la cultura de la medición del riesgo a nivel global. Se trata de agencias independientes, contratadas por los propios emisores, que se deben mover bajo estándares de confidencialidad y actuar en consonancia con la regulación financiera en cada país.

En Uruguay, donde operan ocho firmas calificadoras -incluyendo las principales del mercado global- estas entidades deben solicitar su inscripción en un Registro en el Banco Central. Asimismo, las metodologías de calificación deben ser presentadas para su análisis por parte del regulador.

El Origen

Su génesis se ubica en Estados Unidos a fines del siglo XIX, asociada al desarrollo del ferrocarril por parte de inversores privados, pero el auge y expansión llegó en la segunda mitad del siglo XX. Es a partir de los años `70 del siglo pasado en que termina de consolidarse el sistema, debido a una mayor participación de empresas y gobiernos en operaciones financieras internacionales. A partir de allí empiezan a desarrollarse una serie de modelos econométricos y técnicas para evaluar sistemáticamente el riesgo asociado a operaciones financieras o de inversión.

Hoy, es imposible pensar en una emisión pública o privada que no cuente con el informe de una calificadora adosado a su prospecto, casi siempre de una de las tres compañías líderes y predecesoras del sistema: Moody´s, Standard and Poors o Fitch Ratings. Son empresas de capital abierto, de origen estadounidense, en las que participan múltiples inversores globales.

Premio o castigo

Una calificación de riesgo permite a la empresa o gobierno emisor crear estrategias de deuda de salida al mercado teniendo en cuenta la oportunidad, con la capacidad para captar la atención de un mayor número de inversionistas. Los potenciales adquirentes de una emisión, a partir de la nota de riesgo, pueden tener una visión integral del perfil del emisor y de las condiciones de mercado.

En concreto, la calificación es una opinión de cara a los riesgos crediticios futuros, en relación con las obligaciones financieras emitidas, ante la eventualidad de no poder cumplir con sus compromisos contractuales antes de su vencimiento. Y dichas calificaciones no son estáticas, pueden cambiar dependiendo de las circunstancias de mercado o la solvencia de la compañía. 

Las agencias califican la deuda de un emisor a partir de escalas predeterminadas, que ubican al inversor en un rango que va desde las categorías que configuran el “grado inversor”, pasando por aquellas que se definen como “riesgo especulativo” hasta las que se ubican en niveles de incumplimiento o “default”. Como en cualquier mercado de crédito, al final del día, el “costo financiero” de una emisión, guarda directa relación con las calificaciones obtenidas.

Pero más allá de la calificación cuantitativa, que resulta la referencia más divulgada, existe un sólido informe emitido por la agencia, que toma en cuenta desde el análisis de la coyuntura económica y el entorno de actividad hasta los estados financieros en detalle, los riesgos de la empresa, el negocio e incluso la calidad de los directivos.

Corporate

Si bien el papel de las calificadoras de crédito es mayoritariamente conocido por sus evaluaciones a propósito de la deuda soberana que emiten los gobiernos, ese mismo rol lo cumplen con la deuda corporativa.  

Moody’s Investors Service, una de las agencias líder, a nivel global, en calificaciones crediticias, estudios y análisis de riesgo, tiene fuerte presencia en Uruguay, tanto a nivel soberano como el corporativo.

En el sector privado uruguayo, Moody´s califica la deuda de Corporación Vial del Uruguay, Gralado S.A. (Tres Cruces), la gran mayoría de las compañías de seguros que operan en plaza y varias entidades en el sector financiero, como Consorcio, bancos públicos (BHU y BROU) y privados (Itaú, Santander) entre otros.

Para el caso de Gralado, sociedad anónima que se encarga de la explotación y mantenimiento de la Terminal de Ómnibus de Montevideo a través de un régimen de concesión y que tiene a su cargo la explotación en régimen de usufructo el centro comercial anexo (Tres Cruces), hace unas pocas semanas se conoció e informe de la agencia de calificaciones respecto al ejercicio 2021.

Resiliencia

Tres Cruces ha mostrado una destacada capacidad de resiliencia, lo que le ha permitido superar en condiciones aceptables los peores momentos de la pandemia. A pesar del fuerte impacto generado por la emergencia sanitaria y restricciones a la movilidad que afectaron la actividad comercial y los viajes de mediana y larga distancia, el ejercicio fiscal 2021 refleja la solidez y la solvencia de la compañía.

Moody´s afirma la calificación de emisor en moneda local de Gralado S.A. en A.uy (calidad crediticia por encima del promedio de otros emisores locales). “La perspectiva de la calificación es estable, ya que no se esperan cambios significativos en los fundamentos crediticios de la compañía en el corto ni mediano plazo”, sostiene el informe. Adicionalmente, afirma la calificación de acciones en 3.uy.

De acuerdo con el informe de Moody´s, como respuesta al impacto del coronavirus en las operaciones de la compañía, Gralado S.A. ha logrado refinanciar gran parte de sus vencimientos con entidades bancarias, lo que ha resultado en un perfil de vencimientos en línea con su capacidad de generación de fondos.

Moody’s considera que la recuperación de los ingresos de la compañía estará ligada a la recuperación de la actividad económica del país, que se encuentra sujeta a la duración y severidad de los efectos del coronavirus.

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