Paradas de verano
Salimos por la ruta del este a disfrutar nuevos destinos y conocer esas paradas obligadas que hacen del verano una estación mágica, y un tanto imprevisible. Ya sea por un fin de semana o por unas vacaciones de temporada, estos tres destinos reúnen mar, arena y sol en todas sus alternativas.
JOSÉ IGNACIO
Nuestra primera parada es La viuda de José Ignacio, una posada ubicada a pocos kilómetros del centro en un entorno rodeado de verdes y vista al mar. Muchos pretenden de sus vacaciones un momento de relax, sin demasiado bullicio para desestresarse y recargar nuevas energías en el primer tramo del año. Para ellos, este hotel es una alternativa perfecta, ideal para disfrutar de un paisaje natural armonioso a solo dos cuadras de la playa, alejado del movimiento turístico pero lo suficientemente cerca para poder elegir cuándo sumarse. El mayor diferencial de la posada de La viuda es que todas sus habitaciones cuentan con un jacuzzi interior, un servicio más que valorado para los que gustan hacer una pausa a mitad del día, descansar en las instalaciones del hotel y volver al ruedo luego del atardecer.
Las habitaciones son muy amplias, casi todas gozan de vista al mar, y tienen wifi, cafetera para hacer té o café sin costo, y televisión sin cable con un circuito cerrado de películas y series para contribuir a una experiencia relajante. Otra gran atracción de la posada es que funciona como una extensión de la Galería Los Caracoles, ubicada en José Ignacio, con un catálogo de obras creadas por artistas nacionales. Así mismo, las habitaciones están ambientadas siguiendo la línea artística de diferentes pintores, por lo que cada una tiene una originalidad muy especial.
Todos los ambientes son muy alegres y coloridos, modernos y estilosos. En la sala de estar se encuentra una sofisticada boutique de vinos con una selección especialmente realizada por expertos, ya sea para apreciar la buena producción nacional o para acompañar una cena en el restaurante. La cocina cuenta con platos clásicos pero sofisticados, elaborados con ingredientes naturales de los alrededores. El desayuno no es la excepción, está incluido en la estadía, puede degustarse en cualquier parte del hotel e incluye manjares tales como tostadas de pan casero, mermeladas, dulces, jamones y quesos, frutas de estación y huevos revueltos.
Además de contar con amenities para la playa (sombrillas, reposeras y sillas), también hay bicicletas de cortesía que invitan a una recorrida por la rambla durante la bajada del sol. A solo unos pocos minutos se encuentra el puente circular que divide los departamentos de Maldonado y Rocha, un paseo muy recomendado para deleitarse con los paisajes de la Laguna Garzón; aunque, para aquellos que prefieren descansar de toda actividad, hay disponible una biblioteca muy variada para refugiarse en un buen libro en el balcón de la habitación o la pintoresca galería de la piscina exterior.
LA PEDRERA
El complejo Las Esteñas, ubicado en el balneario La Pedrera, se inaugura esta temporada con opciones de estadía para familias, amigos y parejas. Las unidades cuentan con wifi, aire acondicionado, televisión por cable, cocina completa, sala de estar, ropa blanca y amenities para la playa. También hay servicio de lavandería con costo extra y un área de uso común con parrillero y vajilla completa, aunque los dúplex familiares tienen parrillero independiente.
Este pequeño complejo de casas de mar fue diseñado especialmente por Estefanía, su dueña arquitecta, quien se planteó el objetivo de construir un lugar que brinde al huésped la posibilidad de descansar en un espacio confortable y pintoresco a la vez. La ambientación tiene un estilo boho moderno con aires orientales, donde predominan las líneas simples, los colores claros y los materiales nobles.
El complejo está rodeado de un entorno natural sumamente acogedor con hermosos jardines repletos de flores y verdes, una piscina exterior y algunas hamacas para disfrutar de la compañía de un libro. La seguridad tiene un valor destacado; el área está cerrada y monitoreada por un circuito de cámaras y alarmas para mayor tranquilidad de los visitantes, y hay aparcamiento privado y gratuito.
Sin lugar a dudas, la mayor atracción de La Pedrera son sus playas de una belleza absoluta. Para el disfrute familia, El Desplayado es una opción más bien llana y tranquila, mientras La playa del Barco es profunda y picada, ideal para la práctica de actividades acuáticas. En esta playa todavía pueden observarse los últimos vestigios del buque pesquero Cathay VIII, encallado en los años setenta tras naufragar desde China. El punto de encuentro entre los servicios turísticos es la avenida principal, repleta de restaurantes y comercios para la familia.
PUNTA DEL DIABLO
La atención cálida y personalizada de sus propios dueños hace que la estadía sea muy amena, favoreciendo un ambiente familiar y tranquilo con mucha privacidad. Las unidades combinan armonía y confort en una experiencia inolvidable; todas tienen wifi, aire acondicionado, televisión por cable, cocina equipada, parrillero, cofre de seguridad y servicio de mucama. Y para los que adoran disfrutar del balneario en invierno, algunas cuentan con estufa a leña y promociones especiales en sus tarifas.
Las vistas son maravillosas desde todo el complejo, especialmente, desde la suite principal con inmensos ventanales que nos trasladan directo a la playa. La galería exterior también cuenta con una perspectiva increíble y está rodeada de una naturaleza privilegiada. Aquí se encuentra la piscina climatizada al aire libre, perfecta para disfrutar cuando las temperaturas no acompañan, al regreso de la playa o, incluso, al caer la noche. Los que ya han visitado Punta del Diablo sabrán que las brisas frescas de mar acompañan desde temprano, por lo que una piscina de aguas templadas se vuelve una alternativa superbienvenida por los visitantes.
También hay disposición varias bicicletas de paseo para salir a recorrer el centro en familia y conocer la feria artesanal del centro, una de las atracciones más famosas del balneario. Otra salida que vale la pena es una visita al Paseo del Rivero, que se encuentra a muy pocos metros del complejo y donde se pueden encontrar manualidades elaboradas por artesanos con materiales locales.